Bajante

Se lo vió en una costa repentina,
donde los barcos hacen de figuras lejanas.
Se lo vió flotar muy cerca de la orilla,
a punto de costa, a punto de ahogo.
Se lo vió tragando de golpe el sol
que atardecía, que se apagaba.

Susurraba un viejo dicho
que citaba días de dormir bajo luna.
Cantaba notas que acudían
a sanar viejas heridas.
Con eso bastaba...
con eso caminaba.

Se lo vió saludando
a alguien que no pasaba.
Se lo vió gritando
a todos que lo ignoraban.
Se lo vió rezando, meditando
y abandonarse.
Se lo vió riendo, se lo vió llorando.

Susurraba un viejo dicho
que citaba días de dormir bajo la luna.
Cantaba notas que acudían
a sanar viejas heridas.
Con eso bastaba...
con eso caminaba.

Se lo vió mendigar en veredas olvidadas,
se lo vió enloquecer
bajo lluvias desesperadas.
Y cuando se lo buscó
para rendir solidaridad...desapareció.
Todos preguntaron,
todos los buscaron,
y gritaron y hasta algunos lloraron.
Lo cierto que la costa
tiene gran parte de él,
tiene su aroma a recuerdo
y muchos juran
que de vez en cuando lo ven.

Pero no...él ya no está
Él se fue...
Yo lo vi.
Fue en un atardecer...
Subió a un camalote que trajo la crecida
y con la bajante se fue...

IImagen de la muestra denominada "Encuentro Creativo" llevada a cabo el sábado 31 de Agosto de 2013 en conjunto con otra artista plástica y bandas en vivo.
Dicho evento se realizó en el teatro de la Media Legua en Martinez, Gran Buenos Aires.

Los Aceleradores - 2006

Hay mundos que se sujetan desde la aceleración ya sea periódica y intermitente en su paso temporal. Lo cierto que muchas veces pasamos por momentos en que realmente observamos que vamos mentalmente más rápido de lo que tendríamos que ir. Y cuando esto sucede solemos desproteger aquellas cosas que nos rodean y que no son más que las raíces de nuestra vida. Un intento divino por extender lo deseado, el prototipo de un tiempo infinito que no existe y la confusión de pensar que la luna puede ser una estrella. Esto es lo que nos comenta en voz baja esta obra, lo rápido que vamos a quien sabe donde y para qué.

Paisaje - Dic 2012

Miraba el paisaje
como quien se pierde en la lejanía
de la propuesta de tiempo y espacio.

La verde pradera
susurraba suaves brisas
de una tibia primavera en su esplendor.

Hacía un buen rato que estaba allí sentado,
observando la perfección de aquellas
melódicas sierras que se erguían ante mí.

De pronto,
como en un lapso muerto del reloj
y ante el quebranto de los sonidos,
aparecieron tus ojos.

Y tu mirada se apropió de la mía,
y tu parpadear fue mi parpadear.

No podía observar más allá,
quise retornar a algún punto fijo
pero tus ojos eran un imán implacable.

Aún así no dejaba de ver la paz del paisaje,
era la superposición exacta de lo visible
hasta el sentimiento prevalecido.

Estuve un tiempo así,
como una meditación eterna,
como la contemplación de lo absoluto.

Y el sol comenzó a caer,
y tus ojos junto a los míos
se empezaron a cerrar.

Y lentamente todo se fue transformando
en una dulce oscuridad,
hasta devenir en un silencio final.

Y a la nueva claridad,
entreabrí los ojos para verte dormir a mi lado
y recordar el bello sueño de tu mirada y el paisaje entrelazados.

Silencio - Nov 2012

Una vieja casa al costado de un lago,
con un sendero que baja
hasta las turbias aguas del espejo de cielo.

Tablones percudidos de la galería
que gritan los pasos que se suceden
sobre ella.

Una llovizna lenta, muy lenta
que susurra su caída
en pequeños charcos y en el lago.

Mi silencio.

Un par de aves que se resguardan
de las gotas iniciales
cobijando cuerpo y canto en algún lugar.

El verde de la flora que se luce
a partir de la lluvia y el color
que da la luminosidad del nublado día.

La respiración, mi respiración
como ejecución de un cuerpo
que me contiene.

Y mi silencio.

No más.

La Necesidad del Par - 2012

Desde que comienza nuestra existencia somos insertados en diferentes movimientos sociales. En ellos se establecen los distintos formatos de relación con el prójimo, que van desde lo bueno, lo malo y lo neutral; pero para que ello ocurra siempre tiene que haber un otro que pueda o no participar de lo que vamos accionando a través del tiempo de vida. Para que el arte se haga consistente en espacio, ya sea una obra eterna o una fugaz, es necesario un receptor de esa expresión. Nuestra existencia misma tiene la necesidad de un otro para ser factible cada paso. Familia, amigos, parejas, descendencia y todas las relaciones que nos rodean son testigos de nuestro paso vivencial. Acaso si alguien no nos ve dejamos de existir? El arte en su conjunto, es un organismo comunicativo que establece la relación de existencia entre el artista con él mismo y un tercero que contempla la obra, una charla silenciosa con diferentes interpretaciones que se llevan a cabo en los pensamientos particulares. De eso es lo que habla esta obra, de la necesidad del par, de la comunicación silenciosa y hasta caprichosa que llevan a través del tiempo estas dos figuras, que establecen diferentes formatos de postura y expresión. Una boca, un ojo, el alma, el olfato y el ser, devenidos en la paridad de la existencia.

Mañana de Marzo - Nov 2012

Creo que fué una mañana de marzo.

El reloj colgado del tiempo
y tu cabello sobre la sábana blanca.

Un vaso de vino blanco a medio tomar
sujetaba la pequeña mesa al costado de la cama.

Tus ojos entreabiertos
asomaban como el sol que afuera, comenzaba a aparecer.

Me gustó verte despertar,
fué un comienzo interno en el centro de mi pecho,
un amanecer privado e íntimo que disfruté al observar.

No hubo muchos de ellos.

Esa mañana fué especial, fué la última.

Aún hoy recuerdo tus lágrimas secas al saber
que el tiempo y el espacio nos iban a separar.

Sólo te abracé en silencio y sujeté con fuerza mi alma
para que esta no se cayera.

Viajabas dos días despues lejos de las huellas que suelo transitar.

Reímos un poco más de nuestra historia,
tan impensada, tan inmediata, tan efímera también.

Pactamos saber uno del otro sólo si estaba la posibilidad de vernos,
la comunicación a distancia no se creó para este amor.

Soñé muchas veces con tu piel y tus manos,
con tus palabras suaves y tu silencio sobre mí.

Creo que fué una mañana de marzo

La posterior a la noche de haberte conocido.